Hace algunos días, la Asamblea Nacional de Panamá aprobó, en tercer debate, la iniciativa legislativa 755, una ley que establece el marco jurídico de las bibliotecas públicas. Esta noticia es un gran logro para el país, porque permitirá el fortalecimiento, la renovación y la modernización de estas instituciones.
Entre otras cosas, la Ley establece la creación de al menos una biblioteca por cabecera provincial y en los distritos con una población superior a 125.000 habitantes. La entidad encargada de garantizar esto será la Dirección Nacional de Derechos Culturales y Ciudadanía,
en conjunto con los gobiernos locales.
El diputado proponente de la iniciativa fue Juan Diego Vásquez, quien recibió asesoría por parte de Iberbibliotecas en la creación del documento.
Para saber un poco más sobre la importancia de esta noticia, conversamos brevemente con Olga Ledezma de Cuevas, coordinadora de la Red Nacional de Bibliotecas de Panamá e integrante del Consejo Intergubernamental de Iberbibliotecas.
Las bibliotecas públicas en Panamá han experimentado un lento desarrollo, han funcionado con muchas carencias y limitaciones, incluyendo la composición y estructura de la Red de Bibliotecas Públicas, normativas de funcionamiento, recursos, entre otros. El marco jurídico en materia de bibliotecas está desactualizado y muy limitado, especialmente en bibliotecas públicas.
La aprobación e implementación de la Ley 755 permitirá desarrollar y ampliar la Ley General de Cultura en lo que se refiere a las políticas de fortalecimiento de las bibliotecas públicas, y garantizar el ejercicio de los derechos ciudadanos, mediante el establecimiento de un marco normativo que regule las bibliotecas públicas del país, los principios que deben regir su funcionamiento, así como sus servicios, organización, el personal bibliotecario y sus espacios, tal como lo indica el objetivo general y los 11 objetivos específicos de esta Ley.
Como ha manifestado el diputado proponente de la Ley ante la Asamblea Nacional, desde la redacción del anteproyecto hasta su probación en tercer debate, el proceso ha sido el producto del esfuerzo, consultas y trabajo de muchas personas e instituciones. Iberbibliotecas también forma parte de este proceso, al recibir solicitud de colaboración para la revisión y recomendaciones del anteproyecto. Para esto, el programa solicitó el apoyo de algunos puntos focales -países o ciudades miembro- y contrató a una experta para la presentación de un documento con el análisis y las recomendaciones pertinentes.
La mayoría de los bibliotecarios son consientes del papel de las bibliotecas públicas para el ejercicio del derecho ciudadano a la cultura, en su accionar como agente de transformación
social, educativo, cultural y económico de los ciudadanos y sus comunidades. Sin embargo, han experimentado una serie de limitaciones para poder desarrollar su labor, inclusive, contar con equipamientos básicos necesarios, formación y capacitación permanente, y el reconocimiento de la profesión del bibliotecario.
Por esta razón, es importante que esta Ley contemple en sus objetivos, principios rectores, aspectos de organización institucional y territorial, personal bibliotecario, presupuesto, entre
otros aspectos, para garantizar la oportunidad de mejorar y adecuar el funcionamiento y desarrollo de las bibliotecas públicas y la creación de la Red, que hasta este momento ha funcionado de manera operativa, sin un marco jurídico que respalde su adecuado
funcionamiento. Estas acciones permitirán integrarnos a la transformación que experimentan las bibliotecas públicas a nivel mundial.